Monday 25 June 2007

ENTREN

"A Todo Ritmo, en Tren"(Fotos:Marcelo Benoit)

Como un happening: cada cual con su instrumento
A todo ritmo, en tren

"El festival sobre rieles que recorrió parte de Uruguay"

Excursión fonoeléctrica. o un viajecito en tren con propuestas culturales diferentes en cada vagón. Espectadores que son pasajeros y artistas, y una gran mezcla de argentinos y uruguayos. Así más o menos se puede explicar Entren, que se realizó el sábado último, atravesando el país vecino, desde la Nueva Estación de Trenes hasta la vieja estación Víctor Sudriers, en Empalme Olmos. Es una propuesta cultural sin fines de lucro, autogestionada por artistas de las dos orillas. "Queríamos diversidad y la tuvimos", indica Vanessa Recagno, que coordinó a músicos que debieron adaptarse a tocar en movimiento: sin escenario, acomodados sobre los asientos y sin pasar la gorra después, como los artistas ferroviarios de Buenos Aires.
En su segunda edición (la primera fue en 2006), Entren partió a las 16.30 y regresó a las 20, después de visitar las localidades de Sayago, Peñarol,Manga, Toledo, Suárez y Pando. En tres días se habían agotado los 500 boletos disponibles y al menos a cien personas más se les fue el tren. La propuesta era misteriosa. Los músicos sabían cuándo debían tocar, no tenían idea de quién más lo haría. Al llegar a la estación, les regalaban a los pasajeros maní y un suplemento sobre los artistas. "Queríamos que la gente tomara el viaje en tren como un fin en sí mismo y regalarle esa cantidad de artistas a bordo... y resultó", indica Recagno.
Antes de salir, hubo una performance y se proyectaron piezas de videoarte en los monitores de la estación. Mientras subían al primer vagón, tocaba Juan Stewart. En los siguientes dos vagones Felipe Reyes animaba el vagón bar, mientras se vendían tortas, panqueques y submarinos; en el penúltimo vagón colgaban con broches textos de los poetas Ricardo Messina, Gabriel Peveroni y Nelson Díaz, junto con collages de Melisa Marrero y prendas de las ocho integrantes del grupo Lavanda, que acompañaban sus cantos corales con percusión, se trepaban a los asientos e interactuaban con el público. Algunos viajantes llevaron su guitarra y formaron su propia peña.
"En un momento fui al vagón bar en busca de una grapa miel y estaban cantando Perales. Luego sonaba Guns n' Roses", ejemplifica Felipe Ridao, organizador de Entren junto con Alejandro Torre y Federico González. El músico Pablo Grinjot soltó el tema de Sui Generis Bienvenidos al tren y los pasajeros, entre risas, lo siguieron al unísono. Pero en otro coche sonaban los acordes eléctricos de Lara Correa DJ TOP, y se bailaba con estrellitas en la mano (de esas que se encienden en Navidad).
"Nunca había sentido tanta empatía", admite Ridao. "En Uruguay el tren es un medio de transporte muerto, y más de la mitad de estos pasajeros jamás se había subido a uno", explica González. Quienes veían pasar el tren ponían cara de haber visto pasar un ovni. "Ya ver un tren con gente es increíble. Pero ver uno lleno, con luces de color y todos bailando...", destaca Ridao.
El tren viajaba despacio, para mejor disfrute de sonido. Después de un atardecer de postal, la formación llegó a destino y los pasajeros fueron recibidos con café y luces de colores. Mientras la locomotora se ubicaba en su lugar, Grinjot y Alvy Singer cantaron a dúo. Messina aprovechó para recitar versos. Amenizaron el regreso The Electric Ganges e Interama y el show Dramática, de Dani Umpi y Adrián Soiza, que repartían covers. El festejo continuó en la fiesta Postren, donde se afianzaron amistades recientes: muchos se quedaron con ganas de viajar y los que viajaron, lamentaron no haber estado en todos los vagones. Cosas que pasan.
María Paula Zacharías.LaNacion.com


El sábado 17 se celebró la primera edición de “Entren”, un paseo en ferrocarril con vagones ambientados con diferentes expresiones de arte alternativo. Bajo la denominación “experiencia fonoeléctrica”, basada en las antiguas excursiones sonoras de AFE de los años 70, los colectivos LOGO y Lostmakers transitaron una excusa perfecta para que los espectadores se conviertan en pasajeros a ritmo del paisaje urbano que comunica Estación Central con la localidad de 25 de agosto.

Luego de la consagración cultural alternativa de la propuesta “ensamble artístico eventual electrónico” (ediciones 2001 y 2002), celebrada en el Planetario Municipal, el “conglomerado artístico” Lostmakers optó por una inmovilidad temporal, dedicado a descubrir nuevos espacios para desarrollar actividades artísticas autogestionadas en lugares no convencionales. Una nueva acción fue experimentada el pasado sábado 17 de junio. “Entren”: una experiencia fonoelectrica, realzó el nuevo emprendimiento del colectivo, en cuatro vagones en movimiento. Los encargados del destino artístico de la jornada y de revivir el espíritu de AFE fueron Alejandro Torre y Federico González de Lostmakers y Felipe Ridao, de LOGO.

¿Por qué desarrollar este tipo de eventos en espacios no convencionales?
FG: La primera vez que nos planteamos hacer algo en un espacio no convencional fue en el Planetario. En este caso elegimos un tren. Elegimos lugares divertidos, que tengan que ver con la propuesta.
AT: Intentamos que el lugar sea el recipiente y parte del concepto. El Planetario, por ejemplo, era un lugar para contener las nuevas ideas, por su forma circular... Los músicos, la gente, todos daban vueltas alrededor de una idea. Agotada esa idea... ahora tomamos el tren, el movimiento.
¿Cuándo se unen las ideas de Lostmakers con las de Logo?
AT: Esta es la primera vez que se institucionaliza nuestra propuesta. Anteriormente, jugando a desarrollar ideas, inventamos una especie de holding, los Hermanos China, que funciona como un gran paraguas debajo del que coexisten una editorial, una radio, una productora audiovisual y un sello discográfico. Lostmakers se ubica, dentro de ese “conglomerado”, como una productora audiovisual. Intentamos la realización de un video para la banda La Foca y terminamos haciendo el ensamble artístico en el Planetario.
FR: LOGO, en cambio, nace de establecerse como un sentido, de pararnos en un lugar a laburar. A ese sentido le dimos un nombre, sobre todo para los vínculos de apoyo que acompañan las propuestas culturales. Una de nuestras primeras actividades fue desarrollada en conjunto con Lostmakers (YA juego AY)

ENTREN MUCHOS Y POCOS
La idea planteada por Losmakers y Logo para “Entren” fue la de crear un espacio sonoro en movimiento, basados en conceptos teóricos de aquellos viajes antiguos en tren. El sabado, en la nueva Estación de AFE, sellos, estampas y boletos alteraron el sentido de los circuitos tradicionales montevideanos. La fiesta sobre rieles, con pasajes agotados, vagones snob-austeros y una mixtura de diversión se puso en marcha pocos minutos después de las dos y quince. En la Estación las filas se dividían para consagrar dos viajes simultáneos: el tradicional a la localidad de 25 de agosto y el de Entren, con una tripulación integrada por músicos, poetas y diseñadores.

¿Cómo surge la idea de un “paseo fonoeléctrico”?
FG: Fue a través del baterista de La Foca, que había escuchado hablar de que en AFE, hasta la década del 70, antes de la dictadura militar, se realizaban excursiones fonoeléctricas para liceales, con parlantes de madera con música. La onda era ir a un lugar y volver más tarde, ya entrada la noche, siempre escuchando música... Una de las ideas principales es disfrutar de esa experiencia, de viajar en tren. El paseo es muy atractivo. De hecho, vendimos los boletos en tres días. Eso quiere decir que la gente quiere viajar en tren.
FR: Al tren lo mataron los políticos, y somos cuidadosos con eso. Somos románticos con las cosas, y la intención es revivirlas. El tema es que a las propuestas se las prostituye... y entonces organizan el tren rock en 40 vagones.
FG: Nosotros tratamos de cuidar las cosas, la idea central.
FR: El asunto de los recursos para financiar genera un poco de miedo. Tenemos que fusionar varios intereses: los nuestros, y los intereses de las empresas.
¿Cómo manejan los vínculos y los apoyos de esta propuesta, respecto al anterior trabajo en el Planetario?
FG: La intendencia fue terrible.. Habamos con gente fenómena, pero entramos en un abismo, en una burocracia. En este caso tuvimos que convencer a una persona sola de que necesitábamos el tren. Lo que sí es verdad es que estamos mas duchos en el arte de emprender.

FR: Le pedimos a los sponsors que sean parte de la propuesta. Tratamos de que se arrimen, no que la prostituyan... no queremos que traigan ocho promotoras y pinten los vagones con determinada marca.
AT: Tratamos de hacer entender que es más efectiva la repercusión posterior del evento que mirar un logo en un afiche.
¿Por qué piensan que últimamente los proyectos artísticos alternativos están mayormente financiados por empresas privadas?
FR: Tampoco el artista está encerrado en su cueva, pero nosotros tratamos de fusionar lo privado con lo público. En este caso interactuamos con AFE, y le generamos una lectura oficial a “Entren”, mediante su declaración de interés cultural en el MEC.

RECORRIDO ARTÍSTICO
Ambientado con mesas y música, el vagón-bar entusiasmó a los pasajeros con sus especialidades, tal cual tuvieran que emprender un largo viaje. En el siguiente vagón, denominado “el vagón de los músicos”, las actuaciones “en movimiento” comenzaron con la banda La Foca.
La excelente actuación del grupo hizo subir el espíritu del tren, a toda marcha en dirección a la ciudad de La Paz. Mientras esto ocurría, en el “vagón de los poetas” y bajo la coordinación de Martín Barea, se preparaba la presentación de Ricardo Messina. El paisaje de viñedos, después de las estaciones de Las Piedras, Eldorado y Progreso, anunciaba la primera parada del tren, en Establecimiento Juanicó. El paseo fue ambientado por la música Pablo Grinjot y la Ludwing Van.
La tarde estaba muy fría, pero el tren seguía con sus movimientos sincrónicos y cada vagón aportaba sorpresas artísticas. En el de los poetas, Clemente Padín recitaba sus poesías en colectivo. La vuelta se aproximaba al centro de la ciudad, y el vagón poético viajaba al ritmo del grupo Tango Villero, revelación alternativa de la literatura montevideana. Recitaron los: “108 nombres de dios”, una selección de voces populares y no tanto que denominan al objeto de deseo del cual provenimos. Continuando con las reminiscencias y los viajes temporales, Lostmakers y Logo no alteraron modificaciones a los vagones de AFE, generando una conciencia continua de un deseo de volver a viajar en tren. Un paraíso móvil que desarrolló un encuentro artístico en el que los músicos fueron los funcionarios, bajaron las barreras, sonorizaron el viaje. El arte sobre ruedas, a la manera de “un movimiento continuo”, como anuncian los Lostmakers, planteando un destino de la escena alternativa que le encuentra sentido al rutinario circuito montevideano.

ENTREN
autor: LOGO
fecha: 2006-06-20.

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