Sunday 25 May 2008

Leo Brouwer / Miguel Trápaga y Cuarteto de cuerda de Moscú






LEO BROUWER
Miguel Trápaga (guitarra)
Cuarteto de Cuerda de Moscú

Leo Brouwer / Miguel Trápaga (guitarra), Cuarteto de cuerda de Moscú.

Uno y múltiple. Uno y múltiple desde el resonar de la guitarra; así se nos muestra Leo Brouwer a través de las distintas obras que integran, en una muy cuidada selección, el programa interpretado por Miguel Trápaga y el Cuarteto de Moscú en este disco compacto.
Leo Brouwer nació en la Habana en 1939. Sus primeros estudios de guitarra los hizo junto a su padre y como alumno de Isaac Nicola, posteriormente completó su formación musical en los Estados Unidos en la Escuela de Música Juillard y en el Hartt College de la Universidad de Hartford. De regreso a Cuba llega a hacerse cargo del departamento de música del ICAIC y ocupa plaza como profesor en el Conservatorio Municipal de La Habana. En la actualidad, y dentro de la intensa actividad que ha venido realizando durante los últimos años como intérprete y compositor, desempeña el cargo de director de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Córdoba.
Como compositor e intérprete, Brouwer ocupa un lugar eminente en el mundo de la guitarra clásica contemporánea. Su obra se halla marcada y definida por la singularidad y, dentro de su polimorfismo, ha sido tangente a diversas corrientes musicales a lo largo del tiempo, si bien nos presenta siempre una voz misma e inalterable. Esa esencia musical única se manifiesta por completo escanciada y desenvuelta ya desde las primeras obras del maestro cubano. No obstante esa univocidad en la obra, reseñamos el discernimiento que la crítica y los estudiosos suelen hacer dentro de su catálogo al establecer tres etapas diferentes en las que el lenguaje formal de Brower parece adscribirse a determinadas escuelas o corrientes musicales; así: una primera etapa marcada por el influjo de lo popular y atávico que se extendería hasta los años sesenta; una etapa central o intermedia de carácter vanguardista que culmina al inicio de los años setenta; y finalmente, una tercera etapa que el propio compositor denomina de la ≥nueva simplicidad≤, que se basa en la recepción y el entrelazamiento de elementos de las anteriores etapas conformados en torno a las ideas de reposo y despojamiento. Con todo, y partiendo del fundamento de la obra en las distintas etapas, cabría decir que, en verdad, nos hallamos más bien ante una evolución progresiva de tipo cíclico, que ante rupturas o cambios radicales de tipo lineal.
En otro orden de cosas, hemos de destacar la presencia simbólica como elemento consustancial a la música de Leo Brouwer. El simbolismo en la música es una cuestión compleja; en este sentido, refería M. Schneider que, en su reducción final, toda significación simbólica tiene una raíz musical. En su Diccionario de símbolos, el gran poeta, Juan Eduardo Cirlot recoge estás ideas y señala la amplitud de campo del símbolo musical, ya referible a la estructura y forma musical, ya a la expresión, ya a los propios instrumentos. En el pensamiento musical de Brouwer encontramos esa multiplicidad de niveles simbólicos.
El maestro cubano concibe la guitarra como ≥Guitarra-arpa≤, un instrumento resonante y orquestal. El arpa, como símbolo, manifiesta una tensión hacia el amor y lo sobrenatural, también aparece como clave o puerta de acceso al Otro Mundo; recordemos, como ejemplos, el mito de Orfeo, y la representación de la espera terrena a través del crucificado en el arpa, en la escena del infierno musical de El jardín de las delicias del Bosco. El instrumento musical como mediador entre contrarios (cielo-tierra, fuego-agua). En fin, y continuando con las ideas expuestas por Cirlot, por analogía podemos establecer también la transición de lo expresivo a lo simbólico; en efecto: el movimiento conjunto en una melodía expresa sentimientos coherentes; por el contrario, la alternancia grave-agudo expresa angustia, desasosiego, necesidad de inversión, anhelo de vencer espacio y tiempo en una zona de muerte: la música como símbolo de la voluntad pura (Schopenhauer). La propia raíz armónica de gran parte de la obra broweriana obedece a esa Ley de contrarios y a una cierta representación de la conexión natural entre todas las cosas por medio del uso del espectro sonoro.
Las obras grabadas en este disco compacto, nos revelan esa búsqueda personal de armonía entre contrarios, a través de un Brouwer en sí mismo proteico y a la vez unitario. Abre el recital el Quinteto para guitarra y cuarteto de cuerda, pieza de envergadura fechada en 1957; consta de tres movimientos perfectamente balanceados en los cuales el joven compositor muestra ya su pleno dominio sobre la técnica y sonoridad del instrumento. La ejemplar interpretación de Miguel Trápaga y el Cuarteto de Moscú nos hace vislumbrar un profundo trabajo conjunto de asimilación e integración. Esta obra pone de relieve cómo la escritura musical de Brouwer más que una evolución lineal por etapas presenta una exploración de conceptos e intuiciones esenciales aprehendidos desde la inspiración.
A continuación aparecen las Variaciones sobre un tema de Django Reinhardt, en esta composición se recoge otra de las grandes pasiones del maestro cubano: el Jazz. La variedad de modelos rítmicos a los que es transportada la melodía original en esta obra tiene su apoyo expresivo en una suerte de reflexión introspectiva sobre el material sonoro.
Las siguientes piezas —que componen la parte central del álbum— nos muestran la faceta popular y costumbrista en la obra para guitarra de Brower. Así, tanto los Dos aires populares cubanos (Guajira criolla y Zapateo) que recogen dos modos típicos del folklore campesino cubano, como los Dos temas populares cubanos (Canción de cuna y Ojos brujos) basados en canciones del repertorio popular cubano. En estas breves piezas cabe apreciar acentuado el influjo y la presencia de la música popular española en la cultura cubana. Por su parte, el ritmo —la arista africana dentro de ese sincretismo cultural propio de la música cubana— resalta en una obra de juventud como la Danza característica, y nos hace recordar las suites de Danzas Cubanas y Afrocubanas del maestro Ernesto Lecuona. Dentro de esta vertiente popular cabe inscribir asimismo la hermosa canción Un día volveré pieza de singular lirismo y melancolía, en la que destaca la belleza nostálgica de su melodía.
Canticum representa en el disco la etapa de adscripción al movimiento vanguardista. Conformada en dos secciones (I Eclosión y II Ditirambo) en esta obra, junto a la adopción de los criterios estilísticos propios de la vanguardia: atomización del discurso musical, arritmia, brusquedad en los contrastes, abandono de la melodía, también se aprecia una asimilación y depuración de los mismos a través del tamiz conceptual y expresivo del universo musical del maestro cubano.
Finalmente, como brillante cierre, aparece la Sonata, obra fundamental dentro de la denominada última etapa o periodo de la ≥nueva simplicidad≤. Brouwer presenta sus tres movimientos: Fandangos y boleros, Sarabanda de Scriabin y Toccata de Pasquini a modo de enredadera de la que van brotando como yemas pequeñas citas y giros rítmicos y melódicos que son utilizados a modo de excusa —quizá de coerción de cierto juego oculto— para el impulso de un discurso animado por una motivación sensorial inmediata: la búsqueda del color como medio expresivo.
La interpretación de Miguel Trápaga de estas composiciones es sobresaliente tanto en la ejecución técnica como en la expresión; en el Quinteto la conjución y el empaste con el cuarteto de cuerda es ejemplar. En todas las piezas la guitarra aparece con un sonido limpio y equilibrado de gran expresividad y calidez. Destacando la profundidad y riqueza conceptual con que las obras nos son ofrecidas en ese desentrañar inefable de lo uno y múltiple.

Javier Martínez-Corbalán

01 - Quinteto para guitarra y cuarteto de cuerda - Allegro (5:00)
02 - Quinteto para guitarra y cuarteto de cuerda - negra = 60 (5:29)
03 - Quinteto para guitarra y cuarteto de cuerda - Allegro Vivace (6:30)
04 - Variaciones sobre un tema de Django Reinhardt (10:17)
05 - Dos aires populares cubanos - Guajira criolla (2:27)
06 - Dos aires populares cubanos - Zapateo (1:48)
07 - Dos temas populares cubanos - Canción de cuna (3:22)
08 - Dos temas populares cubanos - Ojos brujos (2:34)
09 - Danza Característica (2:19)
10 - Un día de noviembre (4:33)
11 - Canticum - Eclosión (3:31)
12 - Canticum - Ditirambo (1:38)
13 - Sonata - 1 Fandangos y boleros (6:03)
14 - Sonata - 2 Sarabanda de Scriabin (3:20)
15 - Sonata - 3 La toccata de Pasquini (4:48)


Calidad: 256 Kbps
Tamaño: 116 MB

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